¿Quién hubiera pensado que un simple trozo de papel adhesivo, a menudo ignorado y subestimado, pudiera tener una historia tan fascinante?

 

Fabricantes de Etiquetas Autoadhesivas

Desde el franqueo hasta la decoración, pasando por la marca y el soporte de información, es un artículo común que usamos a diario y su origen es una historia que vale la pena contar. Profundicemos en la intrigante historia de la invención de la pegatina.

En 1839, a Rowland Hill se le atribuye la creación del primer papel adhesivo. No se trataba de una simple nota adhesiva, sino de una innovación significativa que pronto se convertiría en el primer sello postal. Antes de esto, enviar cartas era una tarea laboriosa, que requería ir a la oficina de correos y un complejo sistema de pago basado en el tamaño y el destino de la carta.

Pero la invención de Hill cambió las reglas del juego. Para mayo de 1840, el Reino Unido ya había adoptado este nuevo concepto, y tan solo dos años después, Estados Unidos hizo lo mismo. Así que, desgranemos la historia y exploremos la evolución de este humilde pero revolucionario invento.

Rastrear el linaje de las pegatinas nos lleva primero al antiguo Egipto. Se dice que los egipcios usaban un tipo de adhesivo para fijar notas que indicaban precios en los productos del mercado. Es un ejemplo convincente de cómo incluso las culturas más sofisticadas identificaron la importancia de las pegatinas a su manera. Sin embargo, definir el término "pegatina" podría complicar esta narrativa.

Siglos después, en el siglo XVIII, encontramos más evidencia de esta innovación adhesiva en forma de sellos fiscales y de recaudación. Estos se adherían a los documentos, pero requerían pegamento aplicado externamente, lo que los diferenciaba de las propiedades autoadhesivas que asociamos hoy en día con las pegatinas.

El salto transformador hacia el papel adhesivo, precursor de las pegatinas modernas, se vislumbró en el siglo XIX. Sir Rowland Hill, a menudo citado en la historia de las pegatinas, introdujo el concepto de papel adhesivo en 1839. Esta invención, considerada por muchos como el primer sello postal, representó un avance significativo en el desarrollo de las pegatinas contemporáneas. Estos fueron los primeros ejemplos conocidos de sellos postales autoadhesivos, que cambiaron drásticamente la forma en que enviábamos el correo.

En este panorama cambiante, también merecen reconocimiento las contribuciones de los expertos publicitarios europeos de la década de 1880. Su exploración del marketing tuvo una profunda influencia en la evolución de las pegatinas, utilizadas principalmente para promocionar productos.

Finalmente, y para acercarnos a la historia de las pegatinas, encontramos a R. Stanton Avery en el siglo XX. Conocido por la creación pionera de la primera etiqueta autoadhesiva en 1935, la invención de Avery fue un paso crucial en la evolución de las pegatinas.

El pasado de las pegatinas, sin duda, tiene sus raíces en múltiples épocas, culturas e industrias. Su evolución implica a personas con visión de futuro y diferentes aplicaciones, cada una contribuyendo a su forma y función definitivas. Como herramienta promocional y medio de comunicación, su simplicidad adhesiva y su poder expresivo siguen siendo inigualables. Con una historia tan pegadiza como el propio producto, las pegatinas siguen presentes, dejando huella en nuestra vida cotidiana.

Los dos inventores
Desde los orígenes de los adhesivos en el antiguo Egipto, existen dos figuras clave que fueron cruciales para la evolución de las pegatinas a lo largo de la historia. Este revelador viaje a través del tiempo nos presenta a Henry Rowland Hill y Ray Stanton Avery, quienes transformaron las pegatinas en lo que vemos hoy.

R. Stanton Avery – Imagen cortesía de Wikipedia

Henry Rowland Hill
Henry Rowland Hill, a quien se le atribuye el primer sello postal adhesivo en 1839, refinó drásticamente el proceso de pegado. La creación de estas piezas de papel adhesivo eliminó la necesidad de aplicar pegamento externamente, revolucionando así el ámbito de la comunicación. La contribución de Hill nos acercó un paso más a las pegatinas modernas, impactando a industrias de todo el mundo.

Sin embargo, el avance monumental en la evolución de las pegatinas fue cortesía de Ray Stanton Avery. Nacido el 13 de enero de 1907, Avery superó dificultades económicas durante su juventud, viviendo en gallineros alquilados y trabajando en la Misión de Medianoche para autofinanciar su educación en Pomona College. Posteriormente, Avery también pasó aproximadamente un año en Oriente como parte de un grupo de estudio antes de graduarse con una licenciatura en humanidades en 1932.

Con un legado que trascendió sus humildes comienzos, el mayor logro de Avery reside en la invención de la etiqueta autoadhesiva en 1935. A diferencia de las pegatinas de Hill's, que requerían un toque de humedad para activarse, la innovación de Avery estaba lista para pegar. Este concepto revolucionario, conocido por algunos como la pegatina resellable, se popularizó a un ritmo vertiginoso.

Tal fue el impacto de Avery que su alma máter, Caltech, bautizó la «Casa Avery» en su honor. Además de sus logros empresariales, las contribuciones filantrópicas de Avery y su participación en numerosas organizaciones sin fines de lucro le valieron el reconocimiento social.

El desarrollo de las pegatinas se debe en gran medida a ambos inventores, quienes impulsaron el adhesivo.

 

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