EL NEUROLIDERAZGO Y EL HORIZONTE 2020...

EL NEUROLIDERAZGO Y EL HORIZONTE 2020. CON LIGAS Y CORBATAS, LOS CHANGE MARKETERS DE LA ECONOMÍA GLOBAL.

 

Muchos ya hablan de una visión antropológica social en el 2020, el Neuroliderazgo compartido abre un nuevo horizonte. La profundidad de los cambios, su rapidez y la incertidumbre acerca de su dirección por ambos géneros generan una fuerte concentración en el presente, fenómeno identificado sobre todo en los jóvenes y en la cultura.

 

Las transformaciones en el modelo de organización del trabajo, producidas por el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información, están provocando procesos muy importantes emocionales de cambio y supervivencia el “día a día” lo que denominan la “cultura de lo aleatorio”.  

La idea de Neuroliderazgo, de una sociedad justa es hoy mucho más necesaria que en el pasado y superar el escepticismo actual supone superar las situaciones de falta de empleo, igualdad de género y exclusión. Está aumentando la brecha entre la promesa sobre el potencial de las tecnologías y los caminos por los cuales dichas tecnologías pueden producir oportunidades sociales de igualdad.

 

 

Existen numerosos testimonios que indican que una de las características de las personas o las comunidades que logran superar las condiciones adversas es que disponen de un proyecto para el futuro. Para mejorar la calidad de la educación y producir cambios muy rápidos y profundos se requiere fortaleza y equilibrio emocional. Las empresas tienen el reto de poner al mejor líder, que sea capaz de inspirar y construir, cuya clave sea el talento y es una gran oportunidad para las mujeres.

 

Tener equipos mixtos e integrar la visión de los dos géneros enriquece la estrategia comercial y permite más oportunidades, de hecho, cuando la palanca del negocio es la innovación, la diversidad es esencial. Más que nunca, el Neuroliderazgo en el entorno actual de crisis, el contar con diversidad e incluir a las mujeres aporta competitividad, acerca a los distintos tipos de clientes y ayuda a mejorar la oferta de valor.

 

La mujer ha de mantenerse objetiva y olvidarse del tema de género. La fuerza de los hechos basados en la Neurociencia llevará a las mujeres a posiciones diferenciadas. Hay un factor científico cultural y sólo es cuestión de tiempo. Ejercer el Neuroliderazgo no es una cuestión formal, es una cuestión ética donde la implicación afectiva, la aplicación de la inteligencia emocional, la autocrítica, la capacidad de influir, la credibilidad y la comunicación interna son herramientas indispensables. La mujer hoy en día en España puede llegar donde se proponga y el camino a recorrer se ubica en el seno mismo de nuestra sociedad. Las creencias limitantes, el reparto de roles y  los estereotipos tienen peso en el desarrollo de una economía global y las instituciones así lo declaran.

 

El no dejarse condicionar por las dificultades que se han encontrado otras mujeres, mantener la convicción de que no hay límites y poner el foco en aprender de los hombres que han llegado a lo que la mujer quiere alcanzar, es un input. Ampliar la visión, ser flexible, aprender y estimularse hace a la mujer fuente de inspiración de nuevas soluciones desde la mirada panorámica que fácilmente puede aportar y ya está produciendo muchos avances.

 

El facilitar que la mujer ayude a las expectativas de desarrollo, es facilitar la transparencia y promover la riqueza. La mujer como empresaria o directiva es uno de los principales activos que la sociedad tiene. Y está surgiendo apoyándose en la Neurociencia una generación de mujeres jóvenes que defienden su derecho a conciliar su desarrollo profesional y su dedicación a la familia. No renuncian a tener hijos o una familia sólo buscan nuevos recursos y soluciones, para ser ellas mismas. Esta tendencia científica viene acompañada por un cambio de mentalidad de hombres jóvenes que quieren protagonizar todos sus roles a los que por supuesto tienen derecho, incluidos los familiares.Directivos y directivas posibilitan una sociedad y empresa más sostenible, y su influencia se propaga hasta la familia, la persona y la sociedad.

 

Las decisiones en la empresa son mejores cuando los equipos están integrados por hombres y mujeres. El análisis de los problemas es más completo, las mujeres directivas flexibilizan y humanizan la empresa. En estos momentos en los que para salir de la crisis se pide un esfuerzo mayor a las personas que la forman, es necesario que haya una cierta cantidad de mujeres directivas. Está demostrado científicamente que la mujer tiene más capacidad empática y es buena comunicadora, sabe escuchar y pone su atención en el otro, lo que produce que la gente le hable de sus problemas y que los colaboradores internos de la empresa se sientan implicados en los proyectos. Se enriquece con su opinión, aunque no piense como él, es menos agresiva y competitiva por lo que tiene más capacidad de estudiar nuevas opciones, extrapolar las opiniones de sus colaboradores y llevarlas a un nivel más alto de gestión. Percibe posibles conflictos y los afronta desde su capacidad emocional con mucho tacto, pacifica el entorno y procura la unión. Genera negociaciones ganar/ganar y procura que todos ganen.

 

Hombre y mujer líderes del cambio, tienen diferencias biológicas y psicológicas como el modo de percibir y conocer la realidad y ambas son complementarias. La diferencia proviene de su cerebro, que les lleva a percibir y enfocar las cosas de manera distinta. El cerebro es plástico y se moldea a medida que pasa el tiempo, incorporando las vivencias a él y el Neuroliderazgo desarrolla toda su potencialidad. Hombre y mujer no usan las mismas áreas del encéfalo para resolver tareas. Usan distintas estrategias para la solución de un problema, aunque consigan los mismos resultados.

El cerebro masculino tiene más córtex, una mayor orientación espacial, con áreas concretas lateralizadas, como la geometría y las matemáticas. Su lenguaje son los datos, los números y la información. Las mujeres hemos intentado imitar su capacidad durante décadas y en este áreas ellos nos llevan ventaja. El cerebro femenino es mayor en su sistema emocional o límbico, más capaz de captar la realidad sin razonamiento. Posee mayor fluidez verbal (más conexiones entre lóbulo izquierdo y derecho) y genera más interconexiones entre las áreas, por eso le es más fácil la intuición y la interpretación abstracta del inconsciente. El área de las emociones es, en proporción, mayor y más condensada, lo que produce mayor percepción de emociones, memoria emocional, intuición y un sentido del humor distinto.

 

Estos cerebros distintos producen diferentes maneras de ser, hombres y mujeres no son idénticos ni tienen las mismas necesidades y esta diversidad, hace que ambos sean modelos complementarios de actuación y que el Neuroliderazgo sea compartido. Ambos son modelos de comportamiento para sus hijos y ambos son estratégicos en la familia o en la empresa, ambos dan estabilidad para poder desarrollarse y coherencia en los equipos, lo que infunde credibilidad y confianza en la empresa y a nivel social.

 

Las empresas se enfrentan a múltiples retos para mantener su sostenibilidad y competitividad a nivel global y en tiempos de incertidumbre y diversidad competitiva, la corresponsabilidad de hombres y mujeres, el crear un entramado humano fuerte, permitirá estar preparados para afrontar el miedo y convertirlo en la oportunidad del crecimiento económico la Neurociencia actual nos ayuda y nos facilita su aplicación.

Muchas mujeres ya estamos luchando por ello

¿Nos ayudas?

 

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