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Hace unas fechas una compañera coach a quien aprecio, me propuso participar en un proyecto de formación para hablar sobre la manipulación, por el mero hecho de tener conocimientos sobre Neurociencia y Neuromarketing. Una opinión que me sorprendió, sin embargo pasados unos días,  pude escuchar algunos comentarios en pasillo de varias personas cuya reflexión era la misma,  lo que me empujó a la reflexión y a escribir este artículo.

 El Neuromarketing es la técnica más revolucionaria para conocer los deseos de nuestros clientes. 

Averiguar cuál es el proceso de toma de decisión y aprovecharlo para la venta es algo en que las consultoras en EEUU y Europa están invirtiendo seriamente. Reconocer por ejemplo los diversos niveles de la mente como el consciente, el subconsciente y el inconsciente en verdad nos permite reconocer que tenemos una estructura mental que muchas veces no podemos controlar. Por esta razón, una sonrisa, la nostalgia, la esperanza, la alegría, la ira, una palabra, el silencio imperativo, son manifestaciones de la mente y por lo tanto comparten una hermandad en el plano físico del individuo que le hacen actuar de un modo u otro.

Desde la perspectiva de la física cuántica aparecen en escena ideas y situaciones contra intuitivas que nos resultan difíciles de creer, como la teoría de Jean Paul Garnier y el desdoblamiento en el tiempo.

Creer o aceptar desde nuestro limitado mundo físico convencional es difícil.

Eso nos da pie al reconocimiento de la inteligencia intuitiva aunque creíamos en seres absolutamente racionales, en realidad somos muy emocionales y no nos queda otra que reconocer que no hay posiciones absolutamente racionales o emocionales pues ambos procesos están fuertemente implicados. También, tenemos que reconocer el cerebro social y el rol de que las neuronas espejo nos han programado para la empatía y las relaciones sociales.

Con el desarrollo de la tecnología, las Redes Sociales e Internet, algunos estudiamos como las redes de comunicación conectan estas neuronas espejo y hacen de las publicaciones en redes, vídeos en Youtube, etc., verdaderos movimientos virales desde el punto de vista sociológico y de la publicidad.

Sin lugar a duda, con el Neuromarketing se puede decir que hemos visto solo una punta de todo el  iceberg. Todos los expertos en la materia coinciden en afirmar que sus posibilidades son enormes y que las técnicas actuales son primitivas en comparación con lo que se alcanzará en un futuro.

Algunos siguen pensando que el Neuromarketing es ineficaz o prácticamente irrelevante y es cierto que no es posible controlar totalmente a los consumidores, pero sí que se puede conseguir a través de una serie de imágenes, metáforas, palabras, etc. influir de manera importante en su mente subconsciente y captar su atención. Está demostrado que sus técnicas hacen posible que un mayor número de clientes se interesen por el producto, o por lo que éste transmite.

Debatir sobre la moralidad del empleo del Neuromarketing es algo muy complicado. Se debe distinguir del actual al avanzado que se alcanzará en el futuro. El Neuromarketing actual es una técnica muy eficaz sin duda incapaz de cambiar por completo los pensamientos de las personas, se puede decir, que se centra en reforzar aquello de lo tenemos una idea previa y no es capaz de condicionar al sujeto para que acepte conceptos que ha rechazado por completo, ni puede hacerse con su voluntad.Sólo crea entornos y experiencias positivas en la mente del consumidor y por lo tanto podemos hablar de un entorno saludable. 

No obstante, algunos se dejan llevar por el miedo que les provoca cómo se pueda aplicar en el futuro.

 ¿Es el Neuromarketing actual una forma de manipulación?

Si partimos de la definición de manipulación: “una práctica destinada a influir en la voluntad o libre albedrío con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares”. Lo cierto es que si seguimos la definición, el Neuromarketing  no es una forma de manipulación por lo siguiente: Hace ver que un producto te va a aportar algo positivo (disfrute, emociones, comodidad); apela en la amplísima mayoría de los casos a los sentimientos, y los sentimientos nunca pueden ser verdad o mentira, ni justos o injustos, por lo que no es un modo de manipulación.

¿Es moral que las empresas y los partidos políticos empleen Neuromarketing?

Cada uno puede dar su propia respuesta a esta pregunta, pero yo daré la mía ¿es moral que alguien que tiene facilidad comunicativa (es un buen orador y argumentador) se aproveche de sus cualidades para conseguir un mayor número de contactos o el cierre de un negocio?

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